Emociones… A veces no nombradas, ignoradas, bloqueadas y otras desbordadas. Es importante identificarlas, conectar con ellas, ponerles nombre, atenderlas. Porque aquello que no es escuchado pero está, sale, como puede, por donde puede y en la forma que puede, a veces con un dolor de espalda, otras con varios constipados o con llantos sin causa aparente. Por eso es importante darles a las emociones el lugar y el espacio que necesitan, desde que somos pequeños con ayuda de nuestros padres, pero también de adultos. Aquí os dejamos unas ideas de libros para abordar las emociones con los niños (y con los mayores). Se puede buscar y leer lo que sentimos en ese momento, o abrir al azar para empezar a conocer, o elegir la del dibujo que nos guste en ese momento (quizá no sea casual, quizá conecte con cómo estamos en ese momento).